miércoles, 13 de abril de 2011

Felicidad.

Y empezó ese día, un día bastante aburrido, yo creía que ese día no iba a volver a recordarlo, y menos a vivirlo.
Cuando terminó ese día, al irme a dormir, nunca pude creer que iba a tener tanta felicidad sin sentir placer, no era por reír, ni por satisfacerme, sino, felicidad por el simple echo de tenerla.
Al fin y al cabo, no comprendía que era, pero sabia que me hacia demasiado feliz. Tenia que volver a sentirlo de alguna manera.
Nunca entendí como, pero fue por muy poco tiempo que comprendí al menos como volver a tenerla. Solo tenia que repetir todo lo mismo del día, así, luego de tratar obtenerla por varias maneras pude un día recuperar esa felicidad, y justo en ese sueño, se extendió por un segundo mas solamente. Era un sacrificio ingrato, tenía que desaprovechar el día de una manera que no quería solo para obtener por cada día un segundo más de eso. Solamente empezó por un segundo, y cada día se extendió mas, no podía ser feliz al mundo, pero conmigo tenia toda felicidad posible, aunque solo por segundos. Por ahí a alguno le paso lo mismo pero no se atrevió a contarlo.

La rutina de completar el día en base a la felicidad me llevo a una duda, y era si valía la pena seguir con este hábito. A lo cual, un día pude volver a lo anterior, pero lo empecé a extrañar de manera inimaginable, era esperar que termine el día para no tener nada. Al borde de un caos, volví, pero con la sola esperanza de que un día sea eterno. Y lo seguiré esperando

No hay comentarios:

Publicar un comentario